martes, 20 de septiembre de 2016

Y el Mundo dice:

Nuestra cartera: marzo 2016
Nos concentramos en sacarle partido al hecho de que los bonos venezolanos pagan altos rendimientos
Por petición de algunos lectores de esta columna, que se preocupan por los rendimientos de sus portafolios de renta fija en un mundo de bajas tasas de interés denominadas en dólares, decidimos  construir en febrero de 2014, y a título estrictamente ilustrativo, un portafolio teniendo en mente un inversionista en su fase de retiro y que dispone de 250 mil dólares para financiar parte de su cotidianidad.

Recordemos que para construir un portafolio de renta fija se juega con cinco variables, a saber: calidad crediticia, duración, moneda, movimientos a lo largo de la curva de rendimientos y apalancamiento financiero. No quisimos exponer a “nuestro inversionista” a estrategias que le obligasen a volverse un experto en macroeconomía internacional, por ello evitamos incurrir en riesgos de cambio comprando bonos en monedas distintas al dólar como hacen los sofisticados administradores de fondos de mutuales; descartamos el apalancamiento financiero, porque sólo se consiguen bajos financiamientos en dólares cuando se mueven cantidades muy superiores a las que puede disponer un inversionista medio; tampoco quisimos complicarle la vida obligándole a apostar a cambios en la estructura de tasas de interés que es lo que se hace cuando hablamos de movimientos a lo largo de la curva de rendimientos.

Durante los dos primeros años de vida de este portafolio nos concentramos en sacarle partido al hecho de que los bonos venezolanos denominados en dólares, que son conocidos por los inversionistas locales, pagan altos rendimientos cónsonos con su riesgo. Compramos bonos venezolanos de baja duración que fuimos sustituyendo por otros similares en la medida que se fueron venciendo.

El pasado febrero se venció nuestro último papel venezolano: el Global Venezuela 2016. Nuestro inversionista hipotético había invertido en él, el valor facial recuperado al vencerse el Pdvsa 2015. En escasos cuatro meses obtuvo 7000 dólares de ingresos (ganancia de capital y cobro de intereses), que fueron retirados porque así lo hemos definido, ya que es un portafolio que debe producir ingresos corrientes.

De nuevo tuvimos la posibilidad de invertir 62.000 dólares de valor facial recuperado al vencimiento del bono Global 16. Aunque nuestra política es mantener 25% del portafolio en instrumentos de grado especulativo, para compensar vía riesgo de crédito las bajas tasas de interés en dólares, decidimos no seguir comprando títulos venezolanos en moneda dura, puestos que  pertenecen en la actualidad a la categoría “Incumplimiento de Pago” utilizada por las calificadoras de riesgo crediticio más conocidas. Consideramos que tal nivel de riesgo no es tolerable por nuestro cliente hipotético.  

Reinvertimos entonces la porción del portafolio de grado especulativo (25% del total) en un bono de la línea aérea Avianca con vencimiento en el año 2020. Nuestra nueva cartera de inversión se muestra en la tabla  que acompaña este artículo.

La cartera que mantuvimos en el lapso 02/2014-02/2016 generó en cupones US$ 21.350,38 dólares, o una renta mensual de 889,6 dólares. En dicho periodo hubo una ganancia de capital de 14.486,31 dólares producto de la inversión en bonos venezolanos. El retorno promedio de la cartera ha sido 7,08% anual (ganancia de capital más cupones cobrados) en los dos últimos años.

Nuestra nueva cartera, libre de la exposición a la deuda venezolana, tendrá un horizonte de corto plazo bastante complejo. No se espera que la parte larga de la curva de rendimientos de EE. UU. (20 años y más), suba en lo que queda de 2016, pero si mucho volatilidad en el segmento medio de la misma (3-7 años) en el cual se concentran buena parte de los títulos poseídos. Mientras la economía mundial no de señales de clara recuperación, y en un año con elecciones presidenciales en EEUU, suponemos que la FED mantendrá una posición prudente y diferirá al menos  hasta fin de este año el alza de la tasa de fondos federales.

Apreciados lectores, volverán a saber de la cartera Arca a principios de julio de 2016, y de nosotros cada lunes en EMEN como siempre.

Arca Análisis Económico
@arcaanalisis



Leer más en: http://www.elmundo.com.ve/Firmas/Arca/Nuestra-cartera--marzo-2016.aspx#ixzz4Kq8g7QgO

domingo, 21 de febrero de 2016

Apuntes de Interes¡¡ Unidad II

Qué es un mercado eficiente

Se dice que un mercado de valores es eficiente cuando la propia dinámica del mercado provoca que rápidamente se equilibren los rendimientos y los riesgos de los diferentes títulos o carteras de títulos. Para que un mercado sea eficiente tiene que cumplir las siguientes tres condiciones: que la mercancía objeto de intercambio esté normalizada y sea homogénea, que haya muchos intervinientes (compradores y vendedores) y que sea relativamente fácil entrar y salir del mercado. En definitiva, un mercado es eficiente cuando toda la información relevante está al alcance de los inversores y los precios de   los títulos reflejan esta información. 

Cartera Eficiente:

Cuando para un rendimiento dado su riesgo es mínimo, o cuando para un riesgo dado su rendimiento es máximo. El riesgo de una cartera viene dado por el grado dedispersión de su rendimiento. Como medida de dicha dispersión se suele utilizar lavarianza o la desviación típica, y como medida del rendimiento, la esperanza matemática.

El Modelo De Markowitz



 Markowitz desarrolla su modelo sobre la base del comportamiento racional del inversor. Es decir, el inversor desea la rentabilidad y rechaza el riesgo. Por lo tanto, para él una cartera será eficiente si proporciona la máxima rentabilidad posible para un riesgo dado, o de forma equivalente, si presenta el menor riesgo posible para un nivel determinado de rentabilidad. El conjunto de carteras eficientes puede calcularse resolviendo el siguiente programa cuadrático paramétrico: Min s2 (Rp) = sujeto a: E(Rp) = xi ≥ 0 (i = 1, ..., n) donde xi es la proporción del presupuesto del inversor destinado al activo financiero i e incógnita del programa, s2(Rp), la varianza de la cartera p, y sij, la covarianza entre los rendimientos de los valores i y j. E(Rp), es la rentabilidad o rendimiento esperado de la cartera p, de tal forma que al variar el parámetro V* obtendremos en cada caso, al resolver el programa, el conjunto de proporciones xi que minimizan el riesgo de la cartera, así como su valor correspondiente. El conjunto de pares [E(Rp), s2(Rp)] o combinaciones rentabilidad-riesgo de todas las carteras eficientes es denominado «frontera eficiente». Una vez conocida ésta, el inversor, de acuerdo con sus preferencias, elegirá su cartera óptima.

Modelo deWilliam Sharpe


 Sharpe estableció un modelo para fijar el precio de los activos financieros conocido como Capital Asset Pricing Model (CAPM). Un inversor puede elegir una exposición al riesgo a través de una combinación de valores de renta fija y una cartera de renta variable. La composición óptima de la cartera depende de la valoración de las perspectivas de los activos que haga el inversor, y no de la actitud hacia el riesgo. Si cada activo contribuye al riesgo total en un valor determinado, los ingresos esperados y el premio al riesgo variarán en proporción directa a dicho valor. Estas relaciones se generan vía precios, por lo que los riesgos son susceptibles de eliminarse, y las decisiones de la cartera terminan siendo consistentes.
También desarrolló el denominado Sharpe ratio, que permite el análisis del comportamiento del rendimiento de una inversión en función del riesgo.